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miércoles, 9 de enero de 2013

Una terapia oral mejora la función en ratones con lesión medular

Las terapias para lesión medular en ratones suelen ser invasivas

Un medicamento experimental oral administrado a ratones después de una lesión de la médula espinal ha demostrado ser eficaz a la hora de mejorar el movimiento de las extremidades después de una lesión, según una investigación un realizada en la Universidad de Ohio (EE.UU.) y que se public en Journal of Neuroscience.

El coordinador de la investigación, el profesor Sung Yoon Ok, subrayó que es la primea vez que un fármaco admnistrado por vía oral logra una mejora funcional sin toxicidad en un modelo murino. La mayoría de los tratamientos diseñados para mejorar la función en lesionados medulares suelen ser muy agresivos. En este trabajo, con un único medicamento «hemos sido capaces de obtener una mejoría funcional».

Mielina

La molécula elegida por los investigadores se ensayó por su capacidad para prevenir la muerte de las células llamadas oligodendrocitos, que rodean y protegen los axones, las proyecciones largas de una célula nerviosa, envolviéndolos en la mielina. Además de funcionar como aislante del axón, la mielina permite la rápida transmisión de señales entre las células nerviosas. El fármaco conserva los oligodendrocitos mediante la inhibición de la activación de una proteína llamada p75, que los investigadores descubrieron que está relacionada con la muerte de estas células especializadas después de una lesión de la médula espinal. Cuando mueren, los axones que se apoyan en ellos degeneran, según los investigadores. «Porque sabemos que los oligodendrocitos siguen muriendo durante un largo período de tiempo después de una lesión, tomamos el criterio de que si podíamos poner freno a la muerte celular, se podría prevenir la degeneración continua de los axones», dijo Yoon. Un beneficio adicional de los oligodendrocitos es que pueden amplificar el efecto terapéutico porque un único oligodendrocito mieliniza múltiples axones.

El fármaco experimental, llamado LM11A-31, fue desarrollado por el coautor del estudio, el profesor de Neurología y Ciencias Neurológicas de la Universidad de Stanford (EE.UU.) Frank Longo y es, según los autores de la investigación, el primero en ser desarrollado con un objetivo específico, la p75, como una terapia potencial para lesión de la médula espinal.

Los investigadores admnistraron tres dosis orales diferentes de LM11A-31, así como un placebo, a diferentes grupos de ratones cuatro horas después de la lesión y después dos veces diarias durante un período experimental de 42 días.

Sin dolor

Los científicos analizaron la eficacia del compuesto en la mejora de movimiento de las extremidades y la prevención de la pérdida de mielina. El análisis determinó que los ratones no experimentaron más dolor que el grupo placebo en todas las dosis probadas, lo que sugiere que LM11A-31 no empeora el dolor nervioso después de la lesión de la médula espinal y mostró que el grado de preservación de la mielina fue dependiente de la dosis de la droga. Cada dosis, de 10, 25 o 100 miligramos por kilogramo de peso corporal, provocó aumento de la mielina, con la dosis más alta demostrando el mayor efecto.

La lesión en los animales causó una pérdida de alrededor del 75 por ciento de axones mielinizados en el área de la lesión en el grupo de placebo. Esta pérdida se reduce de modo que los axones mielinizados llegan a más de la mitad de los niveles normales con LM11A-31 a 100 mg/kg, lo que se correlaciona con un aumento del 50 por ciento en oligodendrotcitos supervivientes en comparación con los del grupo de placebo, según Yoon.

En las pruebas de comportamiento, sólo la dosis más alta del compuesto dio lugar a mejoras en la función motora. Los ratones que recibieron la dosis más alta podían caminar con pasos bien coordinados, mejoras similares a las observadas en las pruebas de natación a la hora de coordinar las extremidades posteriores en el movimiento cruzado. Los otros grupos de tratamiento mostraron dificultad para caminar y nadar.

«El análisis celular del perfil de mielina detecta pequeños cambios. El comportamiento es más complejo y no pensamos necesariamente en una mejora del comportamiento funcional de forma lineal -concretó Yoon-. Sin embargo, estos resultados muestran claramente que este es el primer fármaco oral en lesiones de la médula espinal que trabaja solo para mejorar la función».

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